NORMCORE / o normal
Precio: 22€ Sala B.
Venta anticipada: https://teatrocentral.sacatuentrada.es/.
Ver mapa de localización del lugar
A la venta a partir del 21 de Ene
a las 11:00
DURACIÓN: 60'
NORMCORE / o normal
Compañía: LUCÍA VÁZQUEZ
Idea original y dirección LUCÍA VÁZQUEZ Música original MIGUEL MARÍN ARBOL Diseño de iluminación BENITO JIMÉNEZ Diseño de vestuario GLORIA TRENADO, ATELIER3
ESPECTÁCULO PARA 2 INTÉRPRETES
ESTRENO ABSOLUTO
Dos de nuestras mejores intérpretes se citan para ofrecernos un trabajo coreográfico basado en el movimiento puro, minimalista pero sin perder expresividad y narrativa, en la búsqueda de una poética serena conteniendo un elemento de vacío oculto donde su belleza deviene aún más profunda.
Lucía Vázquez y Sandra Ortega, dos bailarinas sevillanas con trayectorias admirables. La primera, inquieta creadora con un versátil y reconocido recorrido profesional avalada por numerosos premios; sus creaciones han contado con el apoyo del Teatro Central de Sevilla y los Teatros del Canal, entre otros. La segunda, excepcional intérprete que ha desarrollado su carrera en compañías de la talla de Anne Teresa de Keersmaeker/Rosas o Les Ballets C de la B.
Para este espectáculo las dos contarán con el diseño sonoro y la música en directo de Miguel Marín Arbol. Músico y compositor, frecuente colaborador de la coreógrafa, reconocido y admirado a nivel internacional por transformar con sus composiciones espectáculos enteros. Mostrará en esta ocasión una banda sonora basada en las melodías, en la belleza de la música desnuda y en la pureza de la voz.
El normcore se basa en la diferencia para acercarse hacia una post-autenticidad dentro de la igualdad, se aleja de lo cool con una declaración de intenciones en defensa de la personalidad sin artificios, una respuesta a la propagación de las modas que a su vez es una moda en sí misma, una tendencia anti-tendencia, una belleza de eterna uniformidad. Debe buscarse lo natural, lo directo, lo sencillo.
Si todo el mundo es especial, ya nadie lo es, y cuando todo el mundo busca la originalidad, la única forma de diferenciarse es evitándola.
Una muestra de lo simple, el día a día, siempre lo mismo pero sin ser lo mismo. O parafraseando a David Lynch sobre sus rutinas durante sus procesos creativos: El hábito como rutina. Si hay un cierto orden allí, uno está libre para volar mentalmente a cualquier sitio. Cuanto más puro el entorno, más fantástico puede ser el mundo interior.