Una humilde propuesta
Estilo: Teatro
EL AUTOR
Jonathan Swift nació en 1667 en Dublín de padres ingleses y que profesaban la religión anglicana. En 1725 terminó la obra por la que se le conoce universalmente, “Los viajes de Gulliver”. Tras una estancia de dos años en Inglaterra Swift regresó a Irlanda sintiéndose “como una rata envenenada en su agujero”. La obra literaria que sobresale de este período es Una Humilde Propuesta para impedir que los hijos de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o para el país (1729).
FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA
Dirección: Laila Ripoll
Ayudante de dirección: Héctor Del Saz
Intérprete: Mariano Llorente
Escenografía: Arturo Martín Burgos
Vestuario: Almudena Rodríguez Huertas
Iluminación: Marta Martí
Música Original: Mariano Marín
Teaser: Miguel A. Calvo Buttini
Prensa y comunicación: María Díaz
SINOPSIS
El monólogo de SWIFT es un latigazo a nuestra indiferencia. Sin aspavientos, con mesura y moderación, y, sobre todo, con muchísimo sentido común, se nos propondrá que lo mejor que podemos hacer para acabar con los pobres que nos rodean es… COMÉRNOSLOS.
No a los adultos, correosos e indigestos, ni siquiera a los jóvenes, no… A los bebés que no pasen del año. Bebés lechales, tiernecitos y suculentos. Así los quitamos de en medio, dejan de molestar y de hacer feo, nos alimentan y se transforman en un extraordinario y PRODUCTIVO NEGOCIO. ¡Formidable manjar! Hay, pues, que preservar a las madres parturientas para que semejante delicia gastronómica sea una realidad en los banquetes de los ricos. Economía para el Reino y deleite para las clases dominantes. ¡Viva el capitalismo!
El texto de Swift, cocinado a fuego lento, sugiere un espectáculo ameno y simpático.
Aunque puede que semejante sátira gastronómica termine provocando en algunos una mala digestión en sus conciencias.