t u m u l u s
Estilo: Danza
De FRANÇOIS CHAIGNAUD y GEOFFROY JOURDAIN
Coreografía: FRANÇOIS CHAIGNAUD
Dirección musical: GEOFFROY JOURDAIN
ESPECTÁCULO PARA 13 INTÉRPRETES
FRANÇOIS CHAIGNAUD Y GEOFFROY JOURDAIN ORGANIZAN ALREDEDOR DE UN IMPONENTE TÚMULO UNA COLORIDA FARÁNDULA QUE REÚNE A UNA COMUNIDAD QUE BAILA Y CANTA.
LO DIMOS A CONOCER EN ESPAÑA EN FEBRERO DEL 2020 CON AQUEL INOLVIDABLE SOUFFLETTE DE LA COMPAÑÍA NORUEGA CARTE BLANCHE Y CONFIRMÓ SU EXCELENCIA Y SINGULARIDAD EN 2021 CON LA PRESENTACIÓN DE ROMANCES INCIERTOS EN EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE DANZA ITÁLICA.
Desde que se graduara en el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París, François Chaignaud ha colaborado con varios coreógrafos, entre ellos Boris Charmatz, Emmanuelle Huynh, Alain Buffard y Gilles Jobin, para pasar posteriormente a crear sus propios espectáculos en los que se articulan danzas y cantos en los más diversos lugares, en la encrucijada de distintas inspiraciones. En sus trabajos surge la posibilidad de un cuerpo dividido entre las demandas sensuales del movimiento, el poder evocador del canto y la convergencia de referencias históricas heterogéneas. Sus campos de investigación van desde los precursores de la modernidad coreográfica de principios del siglo XX (François Malkovsky, Isadora Duncan) hasta las vanguardias actuales, y desde las técnicas y símbolos del ballet clásico hasta las danzas urbanas y no escénicas.
Ahora, en t u m u l u s colabora con Geoffroy Jourdain, director del ensemble Les Cris de Paris, para la realización de este espectáculo presentado en las programaciones más prestigiosas como el Kunstenfestivaldesarts Bruselas o el Festival de Aviñón. Una producción en la que el canto se une a la danza de forma orgánica y que ha sido preparado por ambos durante los últimos tres años.
En t u m u l u s una enorme colina verde, único elemento estable de una coreografía en constante movimiento, ocupa todo el escenario. En esta creación, Chaignaud se inspira en un sueño recurrente: imagina una comunidad de bailarines y cantantes que trascienden los límites de las dos disciplinas. A él se une Geoffroy Jourdain, con quien comparte un interés común por las polifonías sagradas del Renacimiento, la edad de oro del contrapunto.
En el escenario, una comunidad de trece individuos a veces se agrupa, a veces se divide en entidades más pequeñas, contaminándose entre sí y transportando así la línea melódica. La idea de tradición cobra vida: no es fija y no pertenece a los individuos; pasa por los cuerpos de quienes la acogen.
Tras una magnífica Symphonia Harmoniæ Cælestium Revelationum en 2019, nuestro creador vuelve ahora con un repertorio que va desde Antonio Lotti (siglo XVII) hasta Musik für das Ende de Claude Vivier (1971), en una prodigiosa coreografía. Minuciosa y dinámica al mismo tiempo, pasa de cuerpo en cuerpo, separados y unidos a la vez, como las letras del título de la creación. t u m u l u s es una experiencia fascinante que combina voz y danza y explora la paradoja de nuestros cuerpos, divididos entre lo singular y lo colectivo, la materialidad y la eternidad.