Por las calles de Sevilla
Estilo: Ópera
“Por las calles de Sevilla” es ópera elevada a la enésima potencia. La esencia de la ópera revive en el escenario a través del canto, la danza, la música en directo y un gran catálogo de personajes relacionados con Sevilla, ciudad que inspirara a tantos compositores, todos ellos cruciales en la historia de la música.
Con este espectáculo, se rinde homenaje a la heroica ciudad de Sevilla, aquella que acogiera todo el arte y la cultura de tantas épocas. Aquella que sirvió de escenario a los mejores personajes de la literatura, del teatro y de la música. Carmen, Escamillo, Don Juan y sus conquistas, Fígaro el Barbero y Rosina pasean por el corazón de la ciudad y tratan de enamorar a los presentes a través de la maravillosa música de Bizet, Mozart , Rossini o Penella.
Este espectáculo rinde pleitesía a las figuras más grandes del arte, que un día tuvieron a bien soñar con Sevilla e imaginar que tan exótico espacio se materializaría en los teatros de ópera como si de una ilusión se tratara. Podríamos preguntarnos cómo y por qué varias de las referencias mundiales de la historia de la música pueden haber situado a muchos de sus personajes en Sevilla, si ni siquiera han pisado la capital hispalense.
Sin duda, es su exotismo soñado lo que les cautivó. Son responsables de ello los intelectuales e intrépidos viajeros románticos que pudieron directamente admirar y contemplar la ciudad. A través de sus escritos, transmitieron a Europa el exotismo que desprendían sus calles y plazas, la alegría de vivir de sus gentes, su aire especiado, la monumentalidad de sus edificios civiles e iglesias, su famoso coso taurino, su imponente catedral, sus románticos jardines…Sevilla se convirtió así en el marco ideal para ambientar escenas de amor, de alegría, de historias desgarradas.
SINOPSIS
Escamillo, junto a sus amigos, revive la pasión del toreo narrando sus victorias en las plazas, pues el amor llega a quien, como la gente militar, atrae las miradas de las más bellas mujeres y hace gala de su valentía. Carmen la cigarrera, la más admirada (y a la vez temida) entre sus compañeras de trabajo irrumpe en la puerta de la fábrica de tabacos, donde la esperan sus admiradores y amigas. Carmen despierta pasiones a su paso y recuerda a todos que ella, como el amor, puede ser bella y apasionada, pero a la vez puede llegar a ser mortal para todos aquellos que hayan osado enamorarse de ella.
En una silenciosa calle de Sevilla, el pendenciero Don Juan, trata con falsas promesas de matrimonio seducir a la inocente y recién casada campesina Zerlina. Ésta cae en los brazos del caballero sin saber que se trata del afamado y libertino conquistador que, como hiciera Carmen, enamora por donde quiera que vaya y destroza los corazones de todas las mujeres que se crucen con él. El alegre Fígaro se abre paso en el escenario. Se trata del barbero más conocido en Sevilla, pues sin él no se casa una muchacha en la ciudad. Entre cuchillas, jabones y pomadas, el barbero es capaz de solucionar las más complicadas tramas amorosas y, gracias a él, todas terminan bien. El Conde Almaviva llega a Sevilla y se para delante de la casa del Doctor Bartolo, donde habita Rosina, pupila del anterior.
Muy enamorado, el conde, desde temprano y junto a sus músicos, canta una serenata apasionada para ver si Rosina acude al balcón. La joven Rosina, junto a sus criadas, deambula por los pasillos de la casa. Su tutor, el viejo avaro Doctor Bartolo trata de quedarse con su fortuna y le prohíbe comunicarse con toda persona del exterior. Furtivamente, escribe una carta de amor a Lindoro, un supuesto estudiante que no es otro que el Conde Almaviva disfrazado. Antes de torear en la Real Maestranza, el célebre Rafalillo “El Macareno” se está vistiendo y su amada Soleá le ayuda. Juntos rememoran los dulces momentos en que se conocieron, pues ella, errante y sola, encontró en Rafael todo su consuelo. El torero, quien la ama con toda su alma, le hace saber que ella es su principal fuente de inspiración y que por ella todos los días se juega la vida delante de los toros.