Mrs. Dalloway
Estilo: Teatro
De Virginia Woolf. Dirección: Carme Portaceli. Dramaturgia y versión: Michael De Cock, Anna Mª Ricart y Carme Portaceli. Con Blanca Portillo, Jimmy Castro, Jordi Collet, Inma Cuevas, Gabriela Flores, Anna Moliner, Zaira Montes.
CLARISSA DALLOWAY, INTERPRETADA POR BLANCA PORTILLO, UN SER TREMENDAMENTE ROMPEDOR, CONSCIENTE DE LOS LÍMITES IMPUESTOS Y QUE ELLA HA ACEPTADO, SE ENFRENTA A SU GRAN LIBERTAD INTERIOR.
En Mrs. Dalloway, la novela dramatizada por Carme Portaceli, recorremos las 24 intensísimas horas vividas por Clarissa Dalloway, desde que comienza a preparar una fiesta para su marido, hasta el momento en que esta se celebra. En medio de esas horas se da un flujo y reflujo de las impresiones personales, sentimientos y pensamientos del personaje y de su relación con hombres y mujeres que han significado mucho en su vida, a través de un monólogo interior en el que los seres humanos y las circunstancias cotidianas viajan del presente al pasado, y viceversa, para mostrar a una mujer con una gran vida interior que se ha visto castrada por los usos y costumbres sociales de la época.
Sí, todo ocurre en un solo día, dando la sensación de estar viviendo la trama en tiempo real. Virginia Woolf va entrando y saliendo de su mente, llevándonos a la construcción de una sociedad que coincide con la nuestra. Una sociedad que está despertando a un mundo nuevo que, al mismo tiempo, está siendo destruido.
A quien conozca la novela de Virginia Woolf le parecerá casi imposible adaptar al teatro un texto tan poco escénico como el de Mrs. Dalloway, pero la Portaceli lo ha conseguido. Tras su montaje sobre Jane Eyre, cuando parecía que la directora del Teatro Español de Madrid se había enfrentado al más difícil todavía, esta última propuesta juega de manera muy inteligente a estimular los sentidos cuanto puede y con las armas que tiene; y no pueden estar mejor cuidados todos los aspectos artísticos para, precisamente, atraer y engancharnos con un gran vigor escénico.
Y Portaceli sale airosa del imposible reto dejando fluir a Blanca Portillo que desborda (en todos los sentidos, hasta literalmente) el escenario por todas partes: encima y debajo de las tablas, en sus silencios y sus sonrisas, en sus miradas y sus certezas, en sus amores, sus recuerdos y olvidos de dama burguesa, llena de bondad y anhelos, de recuerdos e insatisfacciones, de complacencia e insatisfacción mientras se instala, una corriente subterránea – que deja, admirablemente, entrever – tan suicida como oscura. Luís de Luís, Periodistas en Español.com.