Morta Splendor
Estilo: Teatro
Dirección, creación e interpretación: BÁRBARA SÁNCHEZ
ARRIESGADA, HONESTA Y CON UN MAGNETISMO FUERA DE LO COMÚN, BÁRBARA SÁNCHEZ VUELVE PARA PONER PUNTO FINAL A LA TRILOGÍA DE LA SOLEDAD, PROYECTO EN EL QUE LLEVA INMERSA DESDE 2015.
TRAS ABORDAR LA CUESTIÓN DE LA PENA (SOMEWHAT PALER, 2016) Y EL AMOR MÍSTICO (VÁRVARA, 2019), LE HA LLEGADO EL TURNO A LA MUERTE. AQUELLO DE LO QUE NO SE PUEDE HABLAR.
Morta Splendor se ubica en un campo de tensión en el que la muerte es el núcleo de fuerza que se nutre tanto de lo siniestro oscuro como de lo cómico chispeante.
De lo que se trata en este espectáculo es de que el cuerpo en escena alcance un estado híbrido en tránsito constante entre el esperpento y la risa helada de Valle-Inclán y la inocencia arrasadora de Giulietta Masina. Para ello, Barbará Sánchez desarrolla un lenguaje específico que sirve para invocar al mismo tiempo y de igual manera La Risa y La Muerte.
En su interpretación la actriz y bailarina exhibe un estado carnal cercano a la posesión. Objetivo que no es nuevo en el trabajo de Bárbara Sánchez y que, sin duda, traza un hilo de continuidad con las investigaciones que ha desarrollado con anterioridad. Sin embargo, en el proceso concreto de Morta Splendor, ese estado arrebatado que pone en tensión los extremos, buscará poner en relación el estado energético propio del bufón y el de su opuesto luminoso, el clown.
Humor y muerte son dos amigas bien avenidas. El humor es casi un acto de supervivencia y por eso recurrimos a él en los eventos más trágicos, como un refugio casi inconsciente. En los funerales y velatorios siempre acaba apareciendo la risa y el chiste. Lejos de negar la realidad, el humor nos ayuda aceptarla.