Los Mariachis
Estilo: Teatro
Texto y Dirección: PABLO REMÓN
Con LUIS BERMEJO, FRANCESCO CARRIL, EMILIO TOMÉ y FRANCISCO REYES
EL TALENTO SINGULAR DE PABLO REMÓN, COMO SI DE UN CREMATORIO A LA SORIANA SE TRATASE, RETRATA EN LOS MARIACHIS UN MUNDO LLENO DE NEGOCIOS RUINOSOS, BOTELLINES DE CERVEZA EN LUGAR DE CÓCTELES DE LUJO Y POLÍTICOS DE SEGUNDA FILA. MIGUEL AYANZ, VOLODIA.
UNA COMEDIA EFICAZ.
CADA ESCENA DE LOS MARIACHIS ES UN DISFRUTE EN SÍ MISMA. MARCOS ORDOÑEZ, EL PAÍS
Pablo Remón y su compañía La_Abducción vuelven al Teatro Central, donde ya presentaron 40 años de paz , con una obra que entronca temáticamente con aquella.
Después de 40 años de paz y El tratamiento, llega esta nueva pieza de Pablo Remón con La_Abducción, compañía que pretende crear un teatro moderno, centrado en el texto y en el trabajo actoral.
El título de Los Mariachis hace referencia al “mariachi”, nombre que en la jerga financiera se refiere a los testaferros necesarios para montar una SICAV con el objetivo de tributar menos. Al mismo tiempo, así se llamaba la peña de la infancia del político corrupto y desahuciado, a quien, en plena crisis personal y moral y en un momento de iluminación, se le aparece el patrón de su pueblo, San Pascual Baylón, para pedirle que le saque en procesión. Es entonces cuando este hombre de traje, con un maletín en la mano, decide regresar a la tierra de su niñez, a aquellos campos de cultivo lejos de la ciudad, en medio de una España vacía y desértica y cumplir así el deseo del santo.
Tras una peregrinación de tres días y tres noches por caminos de polvo y cultivos llega el político, con el traje sucio, en zapatillas de deporte y con una gorra de Pluto en la cabeza, a la casa de su infancia, ocupada por tres primos suyos, uno obsesionado por intentar salvar las fiestas en un pueblo ya sin niños, otro al que le he abandonado su mujer harta de vivir en ese lugar inhóspito y vacío y el último, un hombre grande que siente y escucha ruidos de fondo y sueña con recuerdos que no ha vivido. Son hombres solitarios, secos y ásperos, muy alejados de las emociones.
Si Los Mariachis fuera una película de Hollywood estaríamos hablando de loosers y desiertos. Pero vamos a dejarlo en que sus protagonistas son tres pobres desgraciaos a los que la vida ha dejao tiraos, que cantaba (más o menos) un grupo madrileño de camino a Soria. A ellos se unirá un político corrupto caído en desgracia que descubre, sigo con las citas musicales (gracias, Lennon, donde quiera que estés), que nadie te conoce cuando has tocado fondo. Le han pillado con las manos en la masa y es ya un paria a la fuga.