Le congrès ne marche pas
Dramaturgia JOAN YAGO Dirección ISRAEL SOLÀ Con ROSER BATALLA, JOAN ESTEVE, XAVI FRANCÉS, AITOR GALISTEO-ROCHER, ESTHER LÓPEZ, TAMARA NDONG, MARC RIUS, CARLOS ROIG, JÚLIA TRUYOL
Le congrès ne marche pas es una farsa magnífica sobre el congreso de Viena de 1814, que llega hasta nuestros días con una potencia devastadora.
Un espectáculo en el que se cruzan el teatro y el documental histórico para relatar —con humor y mala uva— el congreso que se hizo famoso, no solo por lo que allí se decidió sino por las juergas y fiestas que se celebraron durante los nueve meses que duró.
La Calòrica busca nuevos recursos estéticos y dramatúrgicos en cada obra. En Le congrès ne marche pas se cruzan el teatro y el documental histórico. La obra alterna escenas históricas recreadas con una voz en off en catalán y otras donde se escucha a los protagonistas del Congreso y de las fiestas que se celebraron.
El Congreso de Viena fue el primer evento internacional organizado por los poderosos del siglo XIX para mantener la hegemonía de un sistema caduco y establecer una respuesta conjunta en caso de una nueva revolución. Tenía que durar unos días, pero acabó convirtiéndose en un gran festín. Todo eso da mucho juego a la compañía, que establece un paralelismo entre un régimen político agotado y un sistema económico capitalista que se resiste a desaparecer pese al desastre climático.
El tema de fondo hace 200 años y ahora es el mismo: "¿Por qué no somos capaces de imaginar una alternativa al sistema en el que vivimos?" En este nuevo trabajo, como en los anteriores, “los calóricos” no dan respuestas pero sí algunas ideas y apuntan una hipótesis: la resistencia de clase. La clase privilegiada siempre actúa, voluntariamente o no, como clase opresora para que nada cambie. Quienes acuden al Congreso de Viena no tienen ningún interés en cambiar el mundo, igual que muchos poderosos o financieros de hoy porque el cambio atenta contra sus privilegios.
Joan Yago ha escrito un texto marca de la casa, lleno de ironía, giros brillantes y un final que te deja aturdido. Porque no todo se acaba en Viena, sino que conecta esa primera Unión Europea con el discurso de Margaret Thatcher por la moción de confianza que ganó en 1990, durante el cual, como los de sangre azul de hacía casi dos siglos, desafiaba a los parlamentarios a que le dijeran si había alternativa a su política neoliberal y draconiana. Andreu Gomilla, Time Out.
Israel Solà, por su parte, dirige con un gran conocimiento del teatro contemporáneo de hoy, con pocas concesiones, como alguien que no quiere quedarse con las anécdotas. Le imprime un gran ritmo, sabe qué música pinchar y dónde debe poner los acentos.
En definitiva. Lo que nos ofrece La Calòrica es UNA METÁFORA DEL MUNDO ACTUAL.