La geometría del trigo
Estilo: Teatro
Dramaturgia y dirección ALBERTO CONEJERO
Con JOSÉ BUSTOS, ZAIRA MONTES, EVA RUFO, JOSÉ TRONCOSO, CONSUELO TRUJILLO y JUAN VINUESA
PRIMERA PUESTA EN ESCENA DE ALBERTO CONEJERO, LA GEOMETRÍA DEL TRIGO ES UN HERMOSO DRAMA, CON AROMAS LORQUIANOS, QUE HABLA DE LAS RAÍCES.
Tenía muchas ganas de ver La geometría del trigo en el Valle-Inclán, pero no la pude pillar hasta su penúltimo día. Escribo ahora porque me pareció una soberbia función, compleja y clara a la vez; un poderoso relato de amor y pérdida. Me sacudió y quiero decirlo, porque sentí cómo sacudía también al público, y quiero intentar que gire mucho. Lo merece: se agotaron las localidades todos los días. De momento tiene unos cuantos bolos. En mayo en Zaragoza, en octubre en Valencia, en noviembre en Sevilla, en enero en Granada. Pero debería conmover a más espectadores.
Esto escribía Marcos Ordóñez en su crítica de Babelia (El País) el pasado 8 de marzo y lo cierto es que el debut a los mandos totales de un espectáculo del multipremiado jienense Alberto Conejero, es un montaje sobresaliente en el que prima el alto nivel interpretativo de todo el elenco.
Este espectáculo es un plato cocinado a fuego lento. El autor escuchó, de boca de su madre, en su Vilches natal, en sus no tan lejanos años de juventud, la historia que acabó siendo el germen de lo que finalmente ha derivado en La geometría del trigo –título que el autor encontró en un verso de Antonio Lucas y que hace referencia a las figuras en el plano y el espacio-.
Los hechos habían ocurrido unos cuantos años antes de su nacimiento. La narración trenzada por el poeta y dramaturgo, con aquellos mimbres repletos de recuerdos, secretos, evocaciones y dimes y diretes, que iban de boca en boca entre los habitantes del pueblo, constituye una historia entrelazada de palabras justas, silencios, sobreentendidos, memoria y frutos prohibidos sobre la pasión, el amor, la sexualidad, los orígenes y el miedo al qué dirán que atraviesa a tres generaciones de aquellos andaluces de Jaén sobre los que escribiera Miguel Hernández.
La geometría del trigo, es un excepcional paseo por la vida y la muerte entre amores desolados y otros recompuestos. Un viaje hacia el dolor para convertirlo en esperanza: Necesito saber si hay algo que el amor entregue y que no muera con nosotros. Horacio Otheguy Riveira, Culturamas.
Estoy contento de que la ficción refleje la riqueza identitaria de nuestro país, manifiesta el autor, y lo hace con alternancia del catalán y el castellano con acento del andaluz de Jaén. La pareja formada por Joan y Laia viaja desde Barcelona a un pequeño pueblo del sur para asistir a un entierro, un viaje revelador que servirá para que otros se entrelacen como nunca antes lo habían hecho.
La geometría del trigo es un viaje de norte a sur, de sur a norte, de ahora a entonces, y de entonces a ahora. Una historia de tránsitos y transiciones entre tiempos, espacios, lenguas y formas de amar. Y de fondo las últimas minas de plomo entre los olivares. Un intento de empezar de nuevo y de seguir juntos. Porque el vínculo nunca desaparece y siempre estamos a tiempo de cuidarlo. Alberto Conejero.