La Cicatriz del Cordel
Estilo: Teatro
SINOPSIS
cicatriz: Del lat. cicātrix, -īcis.
1. f. Señal que queda en los tejidos orgánicos después de curada una herida o llaga.
2. f. Impresión que queda en el ánimo por algún sentimiento pasado.
cordel: Del cat. cordell.
3. m. Según la legislación de la Mesta, vía pastoril para los ganados trashumantes, de 45 varas de ancho.
En 1913, España era un país deprimido que intentaba superar el hecho objetivo de que ya no era un imperio.
Bajo el reinado de Alfonso XIII, en los últimos coletazos de la Primera Restauración Borbónica, el presidente del consejo de Ministros, José Canalejas, fue asesinado por un anarquista.
El desgaste del sistema español era inminente, de hecho se declarará neutral unos meses más tarde en una guerra mundial, no por honradez, sino por flojera.
España perdía a sus hombres en la guerra de Marruecos, en las revueltas anarquistas, en la miseria, en el hambre y la desigualdad. Es una época en la que algunas personas luchan por la difusión del conocimiento, aunque quedan cientos de lugares donde no llega nada: ni las noticias, ni los cambios, ni la rebelión, ni nada.
En uno de esos pueblos, en los que apenas hay más vida que la que ellos mismo conocen, un muchacho, Pablo, acaba de disparar a su padre mientras estaban de caza. Lo que en un principio parecía un accidente, pronto se comprobó que era un parricidio.
A la mañana siguiente, dos hombres, Eusebio y Marcelo, llegaron a la puerta de la taberna del pueblo, donde Abel todas las mañanas servía cafés y aquello que sus parroquianos desearan.
La cicatriz del cordel es un esperpento cómico donde los vivos conversan con los muertos a través de cartas, de apariciones y alucinaciones. Plantea varias cuestiones sobre la superstición, la culpa, el machismo, la tradición... El humor y la tragedia son el vehículo de una sociedad abducida por la superstición, el odio y las pesadas costumbres, que ralentizan todo.