Escena en Sevilla

Dirección artística y coreografía MARCO DA SILVA FERREIRA Música JOÃO PAIS FILIPE (percusión), LUIS PESTANA (música electrónica)

ESPECTÁCULO PARA 12 INTÉRPRETES

TRAS DEJARNOS BOQUIABIERTOS CON LA INTERPRETACIÓN QUE NOS OFRECIÓ LA PASADA TEMPORADA DEL SOLO MOUNTAINS CON EL CULLBERG BALLET, EL PORTUGUÉS MARCO DA SILVA FERREIRA HARÁ LO PROPIO CON UN ESPECTÁCULO PARA 10 BAILARINES Y DOS MÚSICOS.

UNA PRODUCCIÓN AVALADA POR EL ÉXITO EN EL MERCAT DE LES FLORS O EN DANSA VALÈNCIA, TRAS SU GIRA EUROPEA.

CARCAÇA ES FOLCLORE Y FOOTWORK.

El portugués Marco da Silva Ferreira es autodidacta, habiéndose formado a partir de los estilos de danza urbana con influencias afrodescendientes. Entre el 2002 y el 2010, la orientación y el lenguaje de la danza ampliaron sus referentes y le acercaron a la improvisación y composición contemporáneas, y en el 2010 ganó en Portugal el concurso televisivo So You Think You Can Dance. Performer profesional desde el 2008, ha trabajado, entre otros, con André Mesquita, Hofesh Shechter, Sylvia Rijmer, Tiago Guedes, Victor Hugo Pontes y Paulo Ribeiro. Eslabón importante de su carrera hasta ahora ha sido HU(R)MANO, una pieza que fue incluida en la lista de Aerowaves Priority Companies en el 2015 y que se representó en circuitos nacionales e internacionales hasta el 2018.

Carcaça ha significado un antes y un después en la carrera del portugués, ya que ha sido esta producción, junto a la coreografía realizada para la compañía sudafricana Via Katlehong —de la que también podremos disfrutar esta temporada—, las que lo han puesto en el ojo del huracán del panorama dancístico internacional.

Marco da Silva Ferreira ha ido dando forma a su baile vibrante desde 2016 con su primera pieza Brother. Un estilo intenso, donde se pone a prueba la potencia física y la resistencia de los intérpretes. Escenarios de neón, latidos, gestos amplios y repetitivos… Sus espectáculos son raves futuristas que hacen latir el corazón a mil por hora. Con Carcaça sigue afinando esta escritura, que combina bailes de club y tradicionales (o al menos falsos aires de los mismos), en un conjunto que toma un giro político.

Cuerpos ultraconectados, danzas de ayer y de hoy, flujos e intercambios eléctricos, Carcaça juega con los enfrentamientos. Una especie de fiebre se apodera del colectivo de bailarines urbanos reunidos en el escenario por Marco da Silva Ferreira. En esta nueva pieza, el coreógrafo portugués cuestiona rotundamente el pasado a la luz del presente.

En Carcaça, parece preguntarnos: ¿qué impulsa una identidad colectiva?, ¿cómo el pasado y el presente actúan sobre los cuerpos?, ¿cómo decidimos olvidar o crear memoria? En el escenario, una decena de artistas. Arrastrados por un juego de pies frenético, agitan sus cuerpos. Una fisicidad intensa, los intercambios de energía impulsan múltiples bailes de culturas consideradas minoritarias, como la comunidad LGTBIQ+, o grupos de antiguas colonias. En contrapunto surgen otras danzas, folclóricas, estandarizadas, inmutables. Jugando con estos enfrentamientos, Marco da Silva Ferreira explora sus resortes a través de la vibrante comunidad de bailarines en el escenario, coreografiando sus pasos complejos y sonoros, en los que encontramos el planteamiento del coreógrafo que, en torno a prácticas urbanas, desarrolla una continua reflexión sobre el sentido de las danzas emergentes en la actualidad.