Ignatius
Estilo: Monólogos
El primer contacto con la comedia de este genio del stand up y la improvisación es a través de las películas de Woody Allen que alquilaba en el videoclub de su pueblo, Granadilla de Abona (Tenerife), de donde es natural.
Sin embargo, sería al descubrir a Faemino y Cansado mientras vivía con su abuela (que atónita, - y ya mayor - vio como su nieto se retorcía de risa en el suelo del salón) cuando sentiría por primera vez la ilusión de querer formar parte del grupo de personas que hacen comedia. Con apenas 15 años, se sube por primera vez a un escenario para recaudar dinero para el viaje de fin de curso del instituto y junto a un compañero (le preguntó a sus amigos, pero nadie quería participar) realizan una imitación de Faemino y Cansado (la casualidad) en el casino del pueblo.
Debe su nombre artístico a su padre (Farray es su segundo apellido) y a su profesor de música en el Instituto, quien se dirigía a él como Ignatius ya que encontraba cierto parecido entre el joven Juan Ignacio e Ignatius O’Reilly, el protagonista de la novela ‘La conjura de los necios’.
Interesado sobre todo por el cine, se marcha a Madrid a estudiar en la Complutense, donde se licencia en Ciencias de la Información. Al acabar la carrera, muchos compañeros empiezan a trabajar en televisión, pero debido a su falta de confianza en sí mismo, él sigue trabajando en una pizzería de Madrid, donde un compañero le convence para irse a Londres a la aventura.
Serán dos los años que pasará en Londres, trabajando en un hotel. Allí se obsesionará con los comedy clubs, el stand up y el ambiente nocturno londinense y aunque apenas se sube a un escenario, decide que quiere intentar ser cómico. Las condiciones eran propicias: El propio Juan Ignacio considera que está en un punto lo suficientemente bajo de su existencia como para no perder nada intentándolo y en la televisión española estaba triunfando el programa 'El Club de la Comedia' y muchos locales de ocio le estaban abriendo las puertas al stand up. Regresa a Tenerife dispuesto a todo y tras ejercer de becario en TVE Canarias durante un mes, se anima a subir a los escenarios y prepara sus primeros 20 minutos de material que presenta a un concurso de monólogos de un bar de Tenerife, clasificándose finalista con un show en el que mezcla stand up, malabares y pantalones de kickboxing.
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