Escena en Sevilla

Nacido en Málaga, Junior se declara Trianero de corazón.

Este Rey Arturo de raíces mixtas protagoniza una cruzada de sentimiento y voz que va a revolucionar la rima urbana con pura poesía callejera.

Ahijado de Lola Flores y de Bambino, Junior ha respirado el aroma del flamenco desde que, siendo un niño, se trasladó a Sevilla desde su Málaga natal para endurecer las facciones en una chabola del barrio de Triana hasta que, a la edad de 12 años, descubrió otra forma de vida: el hip hop.

Junior define el hip hop como "una forma de andar, de sentir, de comunicarse". En definitiva, una forma de vida con un lenguaje propio a través del que Junior sabe comunicarse en todos sus dialectos.

El baile: En palabras del propio artista, "andar y crear un sonido artístico con los pies ya es bailar". Pero Junior no sólo sabe dibujar con la danza del hip hop, el break dance, si no que es bailarín y coreógrafo de profesión ya que, desde que comenzó a bailar en la época del instituto, ha ido adquiriendo más y más prestigio en este terreno, hasta el punto de convertirse en el coreógrafo (además de bailarín y actor secundario) de una conocida serie de televisión.

El arte gráfica: La adolescencia de Junior está plasmada en las paredes de Triana y de otros barrios de Sevilla puesto que pasó su adolescencia vaciando rebeldía en spray y dando vida a cada pintada.

El canto: Por fin, el rap.

Cuando con 12 años escuchó aquel tema de rap con el que su padre hizo sonar el aparato de música que tenían, Junior supo que su vida había cambiado para siempre y que aquel día era el primero del resto de su vida.

Con 14 años compuso su primer tema La Alteza que describía una historia medieval porque él es muy "caballero" y le gusta sentirse Rey Arturo con su mesa redonda cada vez que está con su gente, su familia y su barrio. Su forma de sentir la unidad familiar y lealtad, es absolutamente gitana y lo plasma con fuerza cada vez que rima sentimientos y sensaciones.

En sus temas, Junior demuestra de una forma tan perfecta como inconsciente, la grandeza del flamenco que ha respirado y que necesita respirar, para reivindicar la humildad y la fusión de sus orígenes, utilizando unas bases musicales que mezclan armonías árabes con melodías puramente flamencas, sobre las que rapea por bulerías.

Junior compone con el corazón sobre pentagramas flamencos de bulerías, tangos, alegrías y luego los traduce en el alma al rap, cuidando y mimando tanto la métrica como la fonética, a la que presta especial atención por las limitaciones de su acento.

El hip hop de Junior es como él: tolerante, romántico y flamenco.

Después de su álbum debut Príncipe de los Gatos (2003) con el que vendió 100.000 copias y revolucionó el panorama musical español con éxitos como Down, Saoke y Tumtaraka, en 2005 vuelve con Niño Flama adelantado por Échate pa ya, un recuerdo a un auténtico mito de los dibujos animados, un personaje que ha marcado una época y ha conquistado a toda una generación: Mazinger Z.