Emilia, Pardo y Bazán
Estilo: Pop-rock/Indie
El cuarteto de Talavera de la Reina se reafirma como unos buenos hacedores de hits y canciones infalibles. ‘Madriz Central’, ‘La herida’, ‘No Logo’ y ‘El paso honroso’ son buenos ejemplos. ‘El mal de la juventud’ nos presenta a uno de los letristas más personales y cronista de una generación como es Sergio Sanguino.
"El mal de la juventud" es nuestro primer disco y representa una reconciliación con nuestros comienzos como banda bastarda que buscaba en la música una herramienta para salir del tedio que inundaba por aquel entonces, una vida en estado de latencia.
El hecho de recopilar canciones que ya teníamos grabadas tiene que ver con la necesidad de sentarnos a la mesa con nuestras criaturas: "la irónica, la que trataba de ser un himno, la del amor perdido, la guitarrera, la electrónica, el hit, la del verano, la que nunca nos gustó del todo, la que nos gustaba desde el primer día y todas las que hemos ido publicando con la misma dosis de ilusión que de incertidumbre"
Incluir temas no publicados nos resultaba igualmente necesario; canciones que se han ido gestando durante estos años de festivales, conciertos en pequeños locales y el turbio presente pandémico.
El disco lo cierra "El Mal de La Juventud" (título de una obra de teatro de Ferdinand Bruckner), que fue una de nuestras primeras composiciones, donde sin saber hacia dónde caminábamos guiados por una búsqueda confesional de la tragedia cotidiana.
Emilia, Pardo y Bazán son la respuesta que todavía no se ha hecho. ¿Es posible ser
sexy siendo de provincias? Todo lo que tenéis que saber de este grupo de Talavera de
la Reina es que se juntaron y comenzaron a tocar en el verano de 2018 con la
intención de combatir la humillación cotidiana de existir a golpe de acorde. Ellos iban
depilados, ellas no, se miraron y hablaron de Spacemen 3 y de Amadeo de Saboya sin
tener ni puta idea, a partir de entonces todo en ello fue naufragio.
Su power rock de herencia urbanita y ecos a los noventa inflados de cinismo ilustra
perfectamente el desencanto de toda una generación, la de todos aquellos millennials
que crecieron entre encuentros y desencuentros en el FIB, partidos de fútbol, resacas
a pie de playa y discos de La Costa Brava y coches de gran cilindrada.
Dos hombres y dos mujeres, amantes de las sufragistas y con un peculiar cariño por
los productos gallegos, el pulpo, la empanada y Emilia Pardo Bazán.