Ana Guerra
Estilo: Pop-rock/Indie
La irrupción de Ana Guerra en el panorama del pop español —mejor dicho, hispanohablante— era cuestión de tiempo. La intensidad de su paso por Operación triunfo 2017 ha acelerado un proceso que, visto con perspectiva, se antojaba inexorable. La cantante tinerfeña atesora muchos de los dones por los que la mayoría suspira. Tiene una voz profunda y versátil, una vocación que se intuye indestructible y una fotogenia difícil de discutir. También cuenta con el favor del público, que ha sabido apreciar el potente carácter de una artista que, en pocos meses, ha logrado acumular casi 100 millones de reproducciones entre sus perfiles de Spotify y YouTube, y ha cantado dos de los éxitos de nuestra música popular reciente: “Lo malo”, a dúo con Aitana Ocaña, y “El remedio”, escrita ex profeso para ella por el hitmaker colombiano Nabález.
El padre de Ana tocaba boleros y canciones populares canarias en distintos grupos. En casa había tradición. Y también, un karaoke que puso a sus padres sobre la pista. Vieron que la niña cantaba. Que cantaba bien y que merecía la pena alimentar dicho potencial. Aconsejados por Mariano Lozano, compositor y productor granadino que la vio en el programa A tu lado siendo una cría, la matricularon en el conservatorio con la premisa de que al menos terminara el grado elemental. Allí estudió durante ocho años, y se especializó en flauta travesera. La seleccionaron para el coro de voces blancas, con el que cantó varias óperas bajo la tutela de Carmen Cruz. Cuando las exigencias de la secundaria, el conservatorio y la vida misma se desbordaron, decidió continuar por otro camino.